Poséeme
En silencio, a traición, por detrás…Estrújame contra la gélida pared de mármol blanco, rasga mis vestiduras, destroza mis bragas. Penétrame, taládrame, explota dentro de mi…No permitas que me mueva, ni que respire de manera acompasada.
Haz que mi espalda se arquee tirando de mi larga caballera. Uhmmmm, ¡muerde mis lóbulos! Llévame a la locura de los sentidos. Al éxtasis líquido de nuestros sexos. Al no pensamiento, a la no acción, al paraíso de la pasividad y vulnerabilidad.
Llévame a la terapia corporal, al sudor frío, a correrme de miedo. ¡Haz de mí tu mayor puta! Pero no, no me beses. No mancilles mis labios que huyen de la peor de las enfermedades, la mentira.
Permíteme que los mantenga intactos, inmaculados, como mi himen y mi dignidad…